Técnicos en análisis de daños en inmuebles, en el edificio de Leganés donde se inmolaron los terroristas.

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El Morabit, para el que el magistrado ha decretado prisión incondicional y comunicada por un delito de colaboración con banda armada, fue detenido por primera vez el 25 de marzo pasado en Ugena (Toledo), pero quedó en libertad después de comparecer ante Del Olmo el día 30 de ese mes.

Precisamente este lunes la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, que se encontraba de guardia el pasado día 3, ha recibido un informe del Instituto Anatómico Forense en el que se certifica que son siete los cadáveres hallados en la vivienda de esta localidad madrileña en la que se inmolaron varios presuntos terroristas islámicos.

Ese mismo día, la Policía volvió a detenerlo y, el 2 de abril, lo condujo de nuevo ante el magistrado, quien de nuevo ordenó su libertad tras interrogarle, si bien en esta ocasión le impuso la obligación de comparecer diariamente en comisaría a la espera de que se tramitaran unas diligencias policiales. Según informaron ayer fuentes jurídicas, estas diligencias han consistido en el rastreo de las llamadas efectuadas por El Morabit desde su teléfono móvil, que ha permitido concluir que mantuvo conversaciones con varios de los implicados en el 11-M, incluidos algunos de los que se inmolaron en Leganés el pasado día 3, antes de los atentados e incluso el mismo día en que se produjeron éstos.

Las fuentes consultadas señalaron que la investigación ha permitido también determinar que el detenido mantenía una estrecha relación con varios de los presuntos autores de la masacre, incluido el supuesto coordinador de la misma, Serhane Ben Abdelmaji, alias «Serhan El Tunecino», y que hasta finales de 2003 compartió piso con otro de los presuntos terroristas fallecidos en Leganés.

De ellos, sólo cuatro han sido identificados hasta el momento, «El Tunecino», Abdennabi Koujaa, Asri Rifaat Anouar y Jamal Ahmidan «El Chino», si bien la magistrada espera recibir aún un informe de la Policía Científica que podría aclarar quiénes eran los otros tres. El detenido, que cursó estudios de ingeniería en la Universidad Politécnica de Madrid y los amplió en la ciudad de Gijón en la rama de electrónica, insistió en su comparecencia ante el magistrado de la Audiencia Juan del Olmo en que sólo es un estudiante que, para mantenerse, trabaja ocasionalmente en la construcción.