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OTR/PRESS-MADRID/BILBAO
El Tribunal Supremo anuló ayer la condena de tres años de cárcel y ocho de inhabilitación impuesta por la Audiencia de Àlava en abril de 2003 a los ex directores generales del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid) Emilio Alonso Manglano y Javier Calderón, por las escuchas telefónicas ilegales a la sede de Herri Batasuna (HB) en Vitoria, que fueron descubiertas en marzo de 1998.

El Supremo ha absuelto a Manglano y Calderón al entender que la Audiencia de Alava se basó para condenar en «conjeturas débiles» y no en indicios sólidos, ya que no considera como tal el mero hecho de que ambos ocupasen la Dirección General del centro de inteligencia en la época en que se produjeron las escuchas. Esta tesis fue la defendida en sus recursos por los ex directores del Centro.

La defensa de HB considera que esta decisión es «otro escándalo más». Además, el alto tribunal mantiene la condena de dos años y medio de cárcel y seis años de inhabilitación absoluta al guardia civil y agente del Cesid Mario Cantero, que permitió que dichas escuchas se realizaran desde su casa.

La sentencia también absuelve del mismo delito al guardia civil Francisco Buján, que había sido condenado a dos años y seis meses de prisión. Pese a que, al haber fallecido recientemente, habría quedado extinguida su responsabilidad penal, el Supremo subraya que no hubo pruebas suficientes que acreditasen su participación en el dispositivo de escuchas. El abogado Iñigo Santxo, que ejerce la representación legal de HB, consideró «un escándalo» que el Tribunal Supremo haya anulado la condena a los ex directores generales del Centro Superior de Información de la Defensa. El letrado de la acusación particular afirmó que en los recursos de casación no se realizó «ninguna aportación extraordinaria respecto a lo que se dijo en la vista oral».