TW
0

El Gobierno ha decidido posponer el calendario de aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) y ha detallado algunos de los aspectos que regirán la educación durante los dos próximos años. En concreto, propone la supresión de los itinerarios, la obligatoriedad de la asignatura de Religión y la Reválida, y la recuperación del carácter educativo de toda la educación infantil.

En el curso 2003/2004 -ahora en la recta final- se han abordado los primeros cambios, entre ellos la eliminación de la promoción automática en el primer ciclo de ESO, por lo que los alumnos que suspendan más de dos asignaturas tendrán que repetir el próximo año.

En su reunión del Consejo de Ministros, el Ejecutivo ha determinado emprender «una primera etapa» de las reformas, que pospone desde ayer el calendario de aplicación de la LOCE, y una segunda, «en los próximos meses», que supone «la apertura del imprescindible debate social, del cual se derivará una revisión de los aspectos que se consideran cruciales para llevarla a cabo».

Su propósito es «cumplir los compromisos electorales» y «garantizar una educación de calidad para todos» y que las comunidades autónomas y el conjunto de la comunidad educativa tengan «un papel esencial» durante el proceso, «ya que la búsqueda del máximo consenso» es uno de los puntos de partida importantes «para conseguir un sistema educativo más eficiente y equitativo».

Para el curso próximo tenía que comenzar a aplicarse una de las medidas más polémicas de la LOCE: los itinerarios en la ESO, rechazados por todos los partidos de la oposición y que se completarían en el año escolar siguiente, según el calendario.

El Gobierno propuso ayer que se supriman los itinerarios «segregadores» de tercero y cuarto cursos de la ESO y, en su lugar, se apuntan medidas de atención «a la diversidad basadas en la optatividad y en actividades de refuerzo y apoyo».

Sobre la asignatura de Religión, configurada en la LOCE en el área «Sociedad, Cultura y Religión» y con opción confesional y no confesional, el Ejecutivo ha decidido suprimir esa regulación y mantenerla como una oferta obligatoria por parte de los centros y de opción voluntaria por parte de los alumnos.