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La Agencia de Protección de Datos (APD) cuestiona que la Comisión de Investigación del 11-M, abierta en el Congreso de los Diputados, pueda exigir la identidad de quienes enviaron los mensajes de móvil convocando manifestaciones en la jornada de reflexión de las elecciones generales del 14 de marzo pasado.

Mientras, y en referencia a los atentados del 11-M, El español Antonio Iván Reiss Palacio, detenido el pasado jueves en la isla de Gran Canaria y supuestamente vinculado a la trama que facilitó los explosivos al grupo que perpetró los atentados en Madrid, prestará declaración hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo.

El director general de la APD, José Luis Piñar, explicó que se trata de una cuestión «extremadamente compleja» desde el punto de vista jurídico. Se tendrá que conjugar la interpretación del Reglamento del Congreso y de las comisiones de investigación con la normativa sobre protección de datos (que protege la identidad de los titulares de las llamadas) y la referida al secreto de las telecomunicaciones (que declara reservado el contenido de las conversaciones y/o mensajes).

En lo que se refiere a la Ley de Protección de Datos, Piñar explicó que protege «exclusivamente» a personas físicas y que no lo hace con personas jurídicas, como los partidos políticos. Los partidos políticos no reaccionaron ayer a las declaraciones del director general de la APD, que puede frenar la investigación que parece más preocupa al Partido Popular.