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La secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca (FSM), Francina Armengol, de 32 años, se asegura prácticamente un puesto en la Ejecutiva paritaria (mismo número de hombres y mujeres) que José Luis Rodríguez Zapatero dirigirá a partir de hoy y que será presentada formalmente en la sesión de clausura del XXXVI congreso, porque anoche una disputa entre Montilla y Rodríguez Ibarra provocó cierto retraso en la decisión definitiva, pues Zapatero optó por irse a cenar con los dos.

La entrada de Armengol en el «olimpo» de ZP fue una propuesta de Francesc Antich, que deja hoy la dirección para incorporarse a un organismo de nueva creación, el Consejo Territorial, y que analizará las propuestas de las autonomías.

Apoyo para volver a gobernar
En clave interna local (de cara al congreso del PSIB del próximo fin de semana y de cara al congreso insular del próximo día 17), la entrada de Francina Armengol a la Ejecutiva sería un golpe a la estrategia del sector crítico balear, que mantiene que Antich ya no tiene influencia en la dirección nacional. Los críticos se reunirán mañana lunes en Palma para definir su estrategia. Representantes de este sector se dejaron ver por el congreso. Asistían como observadores o invitados y pese a que públicamente mostraban su satisfacción por el hecho de que Balears mantenga su presencia en la dirección, en privado mantenían sus críticas.

El día anterior, Francina Armengol había intervenido como cabeza de la delegación balear para explicar su voto favorable a la gestión de la Ejecutiva federal saliente. Zapatero respondió una a una a todas las personas que intervinieron y agradeció especialmente la de Balears y les animó a seguir trabajando para «volver a gobernar» en 2007.

La primera buena noticia para la delegación del PSIB llegó poco antes del medio día, cuando se decidió incorporar a la ponencia marco una enmienda que supone un compromiso con la insularidad. Lo contó el coordinador de Estrategia y Proyecto Político, Alfredo Pérez Rubalcaba. El objetivo de este compromiso -cuya redacción se debía concretar a lo largo de la tarde- es que la insularidad sea en Balears y Canarias un elemento a tener en cuenta para «modular» políticas públicas como factor de cohesión. La delegada Mercedes Buendía defendió esta enmienda. Juan Fernando López Aguilar, canario y ministro de Justicia, señaló a este diario que el reconocimiento del hecho insular entra de lleno en lo que llamó «espíritu de Santillana», en referencia a la reunión que mantuvieron los «barones» socialistas antes de las elecciones para fijar su política autonómica.