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Artur Mas salió reforzado del XIII Congreso de Convergencia, que se clausuró ayer. El 96,3 por ciento de los votos de los delegados sirvió para reelegirle como secretario general. Jordi Pujol logró el 98,7 por ciento de los votos para ostentar la presidencia de la formación nacionalista, y la Ejecutiva de Mas contó en su mayoría con un amplio respaldo. Los delegados convergentes respondieron así al llamamiento de su líder, quien, a puerta cerrada, había pedido que excluyeran a su equipo de un voto de castigo y asumió «lo bueno y lo malo» de los últimos cuatro años.

En su discurso para presentar su candidatura a la reelección como secretario general Mas pidió a los militantes de CDC que no castigaran con su voto a la Ejecutiva que propuso. Así, el líder de CU asumió la responsabilidad de todo lo sucedido en los últimos cuatro años. Según dijo, de haberse convertido en presidente de la Generalitat no se habría presentado a la reelección, y manteniendo ese compromiso confió en no presentarse dentro de cuatro años.

Su arenga funcionó y los vicesecretarios generales lograron casi todos un amplio respaldo. Dolors Batalla (Acción Política y Estratégica) fue la más votada con el apoyo del 91,7 por ciento, seguida de Felip Puig (Relaciones Institucionales) con un 88,2 por ciento; Antoni Vives (Militancia, Participación y Formación) con un 84,2; Carme Vidal (Bienestar, Identidad y Cultura) con un 83,9; Lluís Corominas (Territorio y Acción Municipal) con un 81,1 por ciento; y en último lugar Antoni Fernández Teixidó (Economía, Innovación y Trabajo), que sólo recibió el 63,1 por ciento de los votos.

El amplio respaldo logrado por la Ejecutiva propuesta por Mas sólo encontró un escollo. El líder nacionalista catalán se vio obligado a sustituir uno de los nombres, el de Pilar Pifarré, por mandato de la militancia. Una enmienda que se aprobó establece como requisito para ocupar un cargo en el partido llevar un año de militancia. Jordi Miró sustituyó a Pifarré en la lista de la Ejecutiva.

Jordi Pujol logró el respaldo del 98,7 por ciento de los delegados para presidir la formación nacionalista catalana. El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, y en contra de lo previsto, intervino en la última jornada para hacer un agradecimiento expreso a su esposa, Marta Ferrusola, que en este congreso participó en la ponencia política.