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R.N.
La policía ha encontrado nuevas pruebas que demuestran la conexión entre la masacre del 11-M y la inmolación de los siete presuntos terroristas en el edificio de Leganés. Según informó la cadena Ser, el material encontrado en el piso, móviles, huellas, perfiles genéticos y manuales de uso de telefonía, confirman la vinculación de ambos hechos. Esta relación sigue siendo rechazada por la jueza Teresa Palacios, que se niega a entregar al juez del Olmo los sumarios de Leganés y de la bomba en la línea del Ave. En el piso se encontraron nueve teléfonos con sus cargadores correspondientes.

Por ello, los investigadores creen que los terroristas tenían pensado repetir el sistema e iban a utilizar los móviles de la misma forma que lo hicieron el 11-M: manipulados y escondidos en bolsas con explosivos.

En el piso de Leganés se encontró un gorro, con el perfil genético de Basel Ghayoun, uno de los detenidos y en prisión, considerado presunto autor material de la masacre. También se hallaron huellas que coinciden con las encontradas en la casa de Morata de Tajuña, donde se prepararon los explosivos, y en los vehículos empleados por los terroristas, que fueron abandonados junto a la estación de Alcalá de Henares.

Por otra parte, el parlamentario del PNV, Emilio Olabarria, apeló ayer a la responsabilidad de los jueces y les pidió que no «den otro espectáculo» a la ciudadanía en torno a «una cuestión tan importante» como el atentado del 11-M.