Quince mil personas rodean el Peñón para celebrar la ocupación.

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EFE-GIBRALTAR
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que el comportamiento del Reino Unido en los actos del tricentenario de la ocupación de Gibraltar no ha sido «adecuado», y apostó por el «diálogo» y la «prudencia» como vías para alcanzar una solución sobre la soberanía del Peñón.

El día en que se cumplían 300 años desde la ocupación inglesa de la Roca, el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, negó que los actos conmemorativos celebrados con este motivo puedan interpretarse como una ofensa a España y afirmó que la opinión del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, apunta «a la reconciliación» y permite «un margen de maniobra política para establecer relaciones directas con España». Desde Menorca, Rodríguez Zapatero reconoció que «a nadie, ni al Gobierno ni a la inmensa mayoría de la sociedad española, le ha parecido adecuado lo que hemos visto», en referencia a la participación del ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, en las celebraciones de Gibraltar.

Recordó que estas celebraciones se programaron antes de su llegada al poder y recomendó «prudencia, tranquilidad y diálogo» para resolver un conflicto «histórico» surgido hace 300 años. «Vamos a darnos un poco de tiempo y de diálogo», añadió Rodríguez Zapatero.

Por su parte, el ministro principal de Gibraltar opinó que la celebración del tricentenario, unida a la reciente visita de la princesa Ana de Inglaterra y a la posterior escala del submarino «Tireless», no han de entenderse como «desaires ni ánimos de ofender a nadie».

Al igual que Rodríguez Zapatero, Caruana puntualizó que los actos estaban convocados desde antes del triunfo electoral del PSOE y responden al deseo de festejar «la historia de un pueblo, cosa que es muy normal, muy digna y muy correcta».