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El secretario de Estado de Seguridad Antonio Camacho consideró ayer «artificial» el debate sobre las posibles conexiones entre ETA y grupos islámicos en torno al 11-M y aseguró que el Gobierno no tiene «abierta» una línea de investigación al respecto porque «no hay indicios».

Respecto a la actitud adoptada por el Gobierno ante la hipotética existencia de la relación entre ETA y el terrorismo islámico en torno a los atentados del 11-M, Camacho hizo hincapié en que «el Gobierno anterior no abrió una línea de investigación» sobre ello cuando, dijo, «la oposición es quien más sostiene» este extremo.

Camacho señaló que el Ejecutivo «abriría una línea de investigación» en el momento en que surjan «indicios» de que efectivamente existieron vínculos entre la banda terrorista y grupos islámicos, ya que prima «la seguridad de los ciudadanos». Pero insistió en que tales indicios deben estar «apoyados» por quienes los encuentren para que el debate sea «serio».

«Se trata de un debate artificial; si hubieran existido indicios se hubiera abierto una línea de investigación y se habrían llegado a unas conclusiones», dijo Camacho antes de recalcar que la petición de efectuar pesquisas sobre este asunto «surge cuando se plantea la comisión de investigación del 11-M y no antes».