Una tubería de conducción de fecales reventó ayer otra vez en es
Pujols provocando, en el momento de máxima actividad turística, un
nuevo vertido de aguas residuales en la zona. La misma avería ya se
produjo a finales de junio e inundó los terrenos situados junto a
la estación de bombeo.
Los vecinos de la zona denunciaron ayer una vez más los malos
olores y las molestias que provoca en esta época del año un vertido
de aguas fecales. Por su parte, el alcalde de Formentera, Juanma
Costa, aseguró ayer a este periódico que seguramente la avería
estaría arreglada a última hora del día.
Durante todo el día los operarios del servicio municipal de
aguas emplearon camiones cisterna para trasladar el agua maloliente
a la depuradora y evitar así, según dijo el alcalde, que la avería
afectara al funcionamiento a la actividad del sector turístico.
«Todos los establecimientos turísticos funcionan con normalidad a
pesar de la avería», indicó el alcalde de Formentera.
De todos modos, Costa aseguró que por precaución se quitó ayer
presión al agua en la zona de es Pujols para reducir en la medida
de lo posible el caudal de fecales.
El alcalde reconoce que se trata de un viejo problema al que hay
que poner solución definitiva este invierno.La presión que soporta
estos días la vieja canalización (tiene más de 20 años) debido a la
fuerte demanda parece ser el origen de esta nueva avería. «Ahora la
red va muy cargada y la tubería es muy vieja», justifica el primer
edil.
Costa asegura que hay un proyecto de mil millones de las
antiguas pesetas para ampliar la depuradora y otras reformas y en
la que se incluye la sustitución de la estación de bombeo y la
modernización de la vieja instalación de es Pujols. El alcalde
confía en que esta obra se haga este invierno.
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