Argyros dijo que 'no pasa nada' por el hecho de que no se invitara a militares de EE UU a desfilar este año.

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«No tenía intención de asistir al desfile por muchas razones, principalmente porque el año pasado el ahora presidente Zapatero no se puso de pie cuando pasó la bandera norteamericana delante», dijo Argyros, reabriendo la polémica que ha suscitado el desfile de las Fuerzas Armadas de este año, por éste y otros asuntos, y también los problemas existentes en las relaciones entre España y Estados Unidos a raíz de la participación y posterior retirada de las tropas españolas de Irak.

Indicó que durante varios años, y a raíz de los atentados del 11-S, el Gobierno español ha pedido la participación de EE UU en el desfile del 12 de octubre, y «desde que estoy aquí destinado siempre he asistido con la excepción de este año». Pero, agregó, «el pasado año nos decepcionamos al acercarse la guardia de honor con la bandera norteamericana a la tribuna de autoridades y todos se pusieron en pie menos Zapatero».

Argyros aseguró que «no pasa nada» por el hecho de que no se invitara a militares estadounidenses a desfilar, a diferencia de lo que viene sucediendo desde el año 2001. «España tiene todo el derecho de invitar a quien quiera a su desfile, y eso lo entendemos, pero sentí que no era muy conveniente asistir este año al desfile», dijo, aunque recordó que sí acudieron militares norteamericanos de alto rango.

En cuanto a la recepción que ofrecieron los Reyes en el Palacio Real, confesó que tenía previsto asistir, «pero desgraciadamente debido a un problema de transporte no pude volver a tiempo a Madrid». Reiteró que Estados Unidos es «amigo de España, tenemos mucho en común». En este sentido dijo que «seguiremos trabajando conjuntamente en cuestiones de interés común» y comentó que ambas naciones «están implicadas en la guerra contra el terrorismo». El embajador de Washington en Madrid ha mantenido contactos al más alto nivel tras su polémica ausencia del desfile. Este jueves almorzó en el Palacio de La Zarzuela con don Juan Carlos y doña Sofía. En este encuentro estuvo presente el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, con quien Argyros mantuvo posteriormente una conversación que tachó de «extensa y agradable». También habló con el ministro de Defensa, José Bono, y acordó con él celebrar una reunión en el plazo más breve posible. Bono explicó el pasado día 5 que la ausencia norteamericana en el desfile suponía «que aquí no nos ponemos de rodillas; somos tan soberanos, aunque seamos más pequeños y menos poderosos, como los Estados Unidos de Norteamérica». «Es la Fiesta Nacional, no es la fiesta de Estados Unidos ni nadie está obligado a que desfile la bandera de EE UU», añadió.