Mina de donde fueron robados los explosivos utilizados el 11-M.

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El juez central de Menores de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrrubia, celebrará los días 16, 17 y 18 el primer juicio por los atentados del 11-M, en el que se sentará en el banquillo el menor G.M.V, conocido como «El Gitanillo». La fiscal, que pide para él 8 años de internamiento y 5 más de libertad vigilada, le acusa de participar en el robo y transporte de explosivos desde Asturias a Madrid para entregárselo a los autores de los atentados.

«El Gitanillo», que tenía 16 años de edad cuando fue detenido el 15 de junio pasado, se enfrenta a una pena de ocho años de internamiento en régimen cerrado y cinco años más de libertad vigilada, así como ocho años de inhabilitación absoluta. El delito que se le imputa es el de «transporte y suministro de sustancias explosivas a un grupo terrorista».

Según el escrito de concluciones provisionales realizado por la fiscal Blanca Rodríguez, «El Gitanillo», que era socio del ex minero José Emilio Suárez Trashorras en el negocio del tráfico de hachís, habría participado en el robo de explosivos, acompañando hasta la mina Conchita y esperando en el coche a individuos árabes que sacaron de allí mochilas cargadas con este material. Estas personas resultaron ser tres de los presuntos autores de la masacre que se suicidaron en Leganés (Madrid).

La vista oral se celebrará en la Audiencia Nacional, en la sala blindada en la que habitualmente son juzgados los acusados de terrorismo. El juicio tendrá audiencia pública con las restricciones propias de la Ley del Menor, es decir que no se podrán grabar imágenes del acusado, según especifica en un auto el juez.

Entre los testigos en la vista está el propio Suárez Trashorras además de otros cuatro jóvenes imputados en el transporte de explosivos: Iván Granados Peña, Rubén Iglesias Díaz, Javier González Díaz y Sergio Àlvarez Sánchez, de los que sólo el primero de ellos se encuentra en prisión. Todos están citados a declarar el 17 de noviembre.

Según el escrito de la fiscal, «El Gitanillo», conocido también por los alias «Babi», «Gabi» o «El Guaje», colaboraba con Suárez Trashorras en la distribución de hachís, y fue a través de su socio que conoció a unas personas de raza árabe dedicadas al mismo tráfico ilegal.

En una fecha que no ha podido ser precisada, G.M.V. cogió en Asturias un autobús de la compañía ALSA y viajó a Madrid «colocando la mochila cargada con unos 20 kilos de dinamita en la parte baja del maletero».