Piqué afirma que la unidad de la lengua «no ofrece dudas» y pide que se zanje la polémica.

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OTR/PRESS-BRUSELAS
El secretario general del Consejo de Ministros de la Unión Europea, Javier Solana, ha remitido una carta a los ministros de Exteriores de los Veinticinco en la que les informa del depósito en los archivos del Consejo de las tres versiones lingüísticas del Tratado constitucional europeo realizadas en las lenguas cooficiales españolas. Solana indica que, además de la traducción al vasco y al gallego, figura «una traducción a la lengua denominada 'valenciano' en la comunidad autónoma de Valencia y 'catalán' en la comunidad autónoma de Catalunya, realizado por los servicios administrativos de ambas CC AA, puesto que el certificado del Gobierno que acompaña las traducciones indica que el texto valenciano y catalán son idénticos».

Además, adjunta una carta del ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Àngel Moratinos, en la que el Gobierno español manifiesta su deseo de que sean depositadas en los archivos del Consejo las traducciones del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa «en las lenguas que gozan de estatuto de lengua oficial en España, además del castellano o español», de conformidad con las disposiciones del artículo IV-448 párrafo 2 del Tratado.

Solana subraya que el certificado del Ejecutivo español que acompaña las traducciones «indica que el texto de la traducción que figura en los diferentes volúmenes transmitidos por la comunidad autónoma de Valencia (identificado por la sigla 'VA') es idéntico al texto que figura en los volúmenes correspondientes transmitidos por la comunidad autónoma de Catalunya (identificados por la sigla 'CA')».

La Generalitat Valenciana culpó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de «encender la guerra de las lenguas» entre Catalunya y Valencia. Según el Ejecutivo autonómico, el Gobierno miente y muestra una doble faz, por lo que los valencianos se sienten «desamparados» y «no representados» en la UE; y acusó a Javier Solana de utilizar su cargo para utilidad del PSOE, porque la UE no ha certificado que catalán y valenciano sean la misma lengua.

El portavoz del Consell, Esteban González Pons, culpó al Ejecutivo de «encender la guerra de las lenguas» entre Catalunya y Valencia y de «estar haciendo al estilo zapateril política sencilla de lo que es política muy compleja». «No se puede con la política de fotos, sonrisas y palabras vacías de Zapatero intentar resolver situaciones que llevan mucho tiempo sin resolverse y que se encuentran pacificadas, encendiendo hogueras que ya se había apagado», aseveró Pons, criticando que el Ejecutivo «presenta una doble faz».

Desde la Generalitat de Catalunya se espera ahora una certificación «inmediata» y «definitiva» del Gobierno central en la que se reconozca la unidad de la lengua catalana. En rueda de prensa en el Parlament, el conseller en cap, Josep Bargalló, manifestó su confianza en que en dicho documento el Gobierno «responda en unos términos» que zanjen la polémica y que supongan la constatación de lo que es «un hecho real», como lo es «la unidad de la lengua catalana», y manifieste su satisfacción por su «reconocimiento» por parte de la UE.

Bargalló celebró que la carta de Javier Solana aclare una «confusión» y «certifique una evidencia científica» como que el catalán es una sola lengua «conocida científica e históricamente» con la denominación de 'catalán', «aunque el Estatuto de Valencia la denomina valenciano».

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall, ve «resuelta y bien resuelta» la posición del Gobierno sobre la unidad del catalán y ha calificado de «avance histórico» la nota remitida por el Consejo de la UE que certifica que el catalán y el valenciano son la misma lengua. En tono triunfante, aseguró que «la verdad siempre resplandece» y que «la tenacidad siempre obtiene sus frutos».

El presidente del PPC, Josep Piqué, afirmó por su parte que la nota enviada por el Consejo de la UE «refleja algo que desde Catalunya no ofrece la menor duda, como es la unidad de la lengua», pero ha pedido zanjar aquí la polémica.

Señaló que el texto se refiere a una «lengua que los valencianos, con plena legitimidad, llaman valenciano y que desde Catalunya lo llamamos catalán». Según Piqué, «hay que dejar el tema en este punto, no darle más vueltas».