TW
0

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer tarde prisión provisional para Ibón Urrestarazu y Alaitz Iturrioz por su presunta relación con el aparato de captación de ETA y por elaborar y trasmitir informaciones sobre diferentes objetivos de la banda, como el edil Iñaki Doubreil.

Balerdi y Cobos quedaron la noche del viernes en libertad tras declarar ante la Policía en Madrid sobre las imputaciones que Urrestarazu había hecho contra ellos implicándoles en algunos atentados.

Así lo acuerda el magistrado en un auto en el que imputa a estos dos detenidos en la operación practicada esta semana en el País Vasco y Navarra contra ETA, de un delito en integración en organización terrorista, además de otros, como homicidio, intento de homicidio y deposito de explosivos.

Además, el juez acusa a Urrestarazu de un delito de acusación falta ya que sostiene que éste en una de sus declaraciones policiales imputó «falsamente en diversos hechos delictivos» a Andoni Mikel Cobos Novo y Xavier Balerdi, lo que hizo que fueran detenidos en esta misma operación policial.

Urrestarazu no se ha ratificado en sus declaraciones policiales en las que aseguró, según informaron fuentes jurídicas, haber participado en varias atentados, como el del policía Joseba Pagazaurtundúa y el presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad, entre otros asesinatos.

Las fuentes jurídicas explicaron que Urrestarazu ha realizado tres declaraciones ante la Policía en las que ha ido cambiando sus testimonios iniciales y en la última de ellas modificó su imputación de presunta participación de Balerdi y Cobos en algunos de los atentados.

En la resolución dictada por Garzón, el juez decreta además la libertad provisional bajo fianza de 12.000 euros para otra arrestada en la misma operación, Margarita Eizaguirre, a quien le acusa de un delito de colaboración con banda armada.

En el auto, Garzón señala que en la operación que permitió de la detención de los dirigentes etarras Ibon Fernández Iradi, «Susper», y Lorena Somoza Chamizo, «Pinpi», en diciembre de 2002, se intervinieron abundantes documentos que desvelaron las estructuras y componentes del denominado «subaparato de captación» o «arrantzale» dentro del aparato militar de ETA.