El presidente de la Generalitat y del PSC, Pasqual Maragall, apostó
ayer por una «larga vida del nuevo Gobierno» de Catalunya y
proclamó la «lealtad, respeto, coordinación, calidad humana y
profesional» entre los socios del tripartito, a los que agradeció
su «coraje» por apostar ahora hace un año por un Gobierno de
izquierdas y catalanista en la Generalitat.
El PSC celebró ayer en solitario, al igual que hicieron ERC e
ICV la semana pasada, el primer aniversario de la firma de los
acuerdos del Tinell que propició que Maragall llegara a la
Presidencia de la Generalitat. Durante el acto en la Llotja de Mar
de Barcelona, Maragall quiso zanjar las polémicas de los últimos
días entre miembros del PSC y ERC para proclamar la «estabilidad»
de su Ejecutivo que, «más maduro, ha aprendido a no convertir las
lógicas discrepancias en crisis políticas» y «ha hechos suyos los
valores de la lealtad, respeto, cooperación y eficacia».
Así, vaticinó «larga vida al nuevo Gobierno» de Catalunya y
proclamó la «lealtad, respeto, coordinación y eficacia» entre los
socios del tripartito, a los que agradeció su «coraje» por apostar
ahora hace un año por un Gobierno de izquierdas y catalanista en la
Generalitat. Según él, el Gobierno es «estable y consolidado» y ha
aprendido a «no convertir las lógicas discrepancias en crisis
políticas».
Por su parte, Carod-Rovira defendió ayer la identidad de su
partido «tanto dentro como fuera del gobierno de la Generalitat».
En su informe ante el consejo nacional de ERC, el líder republicano
recordó que puesto que la Generalitat no está gobernada por un sólo
partido, reconoce el derecho de todos los partidos que lo forman a
«explicar su posición sobre temas de política nacional e
internacional». Así, afirmó que su partido es «leal» con el pacto
de Gobierno en Catalunya pero que esta lealtad y la
corresponsabilidad en el Ejecutivo catalán tiene que ser compatible
con mantener su identidad.
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