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El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, consideró ayer que «no habría Constitución Europea o, al menos, no habría Tratado constitucional, si en España no hubiese habido un cambio de Gobierno», lo que, a su juicio, aumenta el compromiso de los españoles con el texto europeo. También reconoció que la Constitución de la UE tiene «carencias», pero pidió votar «sí».

Borrell admitió que la Constitución de la Unión Europea es imperfecta, insuficiente y tiene carencias, que deberán ser corregidas, pero «hoy estamos intentando explicar el significado político de lo que hemos acordado».

Así lo manifestó durante su intervención en la clausura del Euroforo Joven sobre la Constitución Europea, organizado por las Juventudes Socialistas de España (JSE), en la que participó junto al secretario de Organización del PSOE, José Blanco.

Ambos hicieron un llamamiento a los españoles a apoyar la Constitución Europea y a participar «en un acto que va más allá del recuento de los síes y los noes», sino que «tiene el valor simbólico de la ciudadanía española con la construcción de una ciudadanía europea», según manifestó Borrell.

Blanco instó a los jóvenes socialistas a llevar a cabo, «desde hoy y hasta el 20 de febrero», una tarea de divulgación «para que haya mucha gente que vote por este proyecto que hace años era una utopía y hoy es una realidad».

El presidente del Parlamento Europeo insistió en que el compromiso de los españoles debe ser mayor que el de otros ciudadanos europeos, «porque la Constitución no hubiese visto la luz como Tratado, no se hubiera firmado, si en España no hubiera habido un cambio de Gobierno». Precisó que el texto constitucional fue bloqueado por parte del gobierno del PP y de otros gobiernos «que, quizá, se escondían detrás de Aznar utilizándolo como cómodo burladero».

Precisó que el texto que se somete a votación jurídicamente es un Tratado, que fue firmado por los gobiernos, pero políticamente también es una Constitución, ya que define unas reglas de juego y unos derechos y unos deberes y establece las bases sobre las cuales se puede crear un pueblo europeo.