Las direcciones respectivas del PSOE y del PP rechazaron ayer de
forma contundente en Plan Ibarretxe y apostaron por unir sus
fuerzas en el Congreso de los Diputados para lograr un respuesta
contundente contra el intento secesionista apoyado por la banda
terrorista ETA.
Los socialistas constatan que el firme rechazo al plan es
compartido por fuerzas políticas como el PP, pero consideran que es
«verdaderamente hipócrita» la actitud de este partido. Para hacer
esa afirmación, la resolución recuerda que el líder del PP, Mariano
Rajoy, manifestó su apoyo al Gobierno y a su presidente, José Luis
Rodríguez Zapatero, para afrontar el reto que supone el plan,
mientras que, a la vez, «ha lanzado una campaña de
descalificaciones continuas hacia su política».
La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE aprobó una resolución de
rechazo al Plan Ibarretxe por considerar que rompe el actual marco
constitucional y estatutario y es «bendecido» por ETA «y sus
acólitos», y ha calificado de «hipócrita» la actitud del PP ante
este asunto.
El secretario de organización del PSOE, José Blanco, informó en
conferencia de prensa de la resolución aprobada por la Ejecutiva
Federal en la que se acusa al lehendakari de renunciar a ser el
presidente de todos los vascos para convertirse en el representante
de la mitad de ellos.
El PSOE recuerda que el camino recorrido por el Plan Ibarretxe
hasta su aprobación en el Parlamento vasco no ha permitido que esta
iniciativa contara con más apoyos relevantes que los que tenía
inicialmente, salvo el respaldo «en los instantes finales» de
Batasuna.
El PSOE justifica su oposición al plan por cuestionar la
legalidad constitucional, hacer «tabla rasa» del Estatuto de
Guernika, ser «excluyente» y suponer «una imposición para aquellos
ciudadanos que no se sienten nacionalistas». Debido a ello, cree
que va a dificultar la convivencia entre los vascos, y esa es «su
gran debilidad democrática».
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