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El líder del PP, Mariano Rajoy, animó ayer a no «adelantar acontecimientos» sobre la posible participación de militantes de su partido en los incidentes del pasado sábado, pero pidió «igualdad de trato» respecto a los socialistas y añadió: «lo ocurrido no es nada comparado con lo que nos ocurrió a nosotros» el 13-M.

En cambio, «no ha ocurrido absolutamente nada» en relación a aquellos hechos, recalcó el presidente del PP, quien subrayó: «lo que pido, y creo que tengo derecho a pedirlo, es justicia e igualdad de trato de las personas», de modo que «cuando a los demás nos pase lo mismo se nos trate igual».

Rajoy se pronunció así sobre las declaraciones del secretario general del PP en la localidad madrileña de Las Rozas, Javier Espadas, quien dijo que reconocía a dos militantes de su agrupación entre los manifestantes que aparecían en las fotografías de prensa cuando el ministro de Defensa, José Bono, fue agredido el pasado sábado.

Rajoy recordó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «se negó en tres ocasiones consecutivas a condenar lo que pasó delante de la sede del Partido Popular» en vísperas de las elecciones del 14 de marzo, a pesar de que «ahí había muchos militantes del PSOE» y «algunos de ellos tuvieron que pasar por el juzgado».

Tras condenar los incidentes ocurridos el pasado sábado en la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, durante los que Bono fue agredido e insultado, Rajoy precisó: «lo ocurrido no es nada comparado con lo que nos ha ocurrido a nosotros».

Ante la identificación de militantes del PP entre las personas que se encontraban próximas a Bono, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, emplazó al PP a que aclare la participación de militantes suyos en esos incidentes y acusó a esta formación de utilizar una manifestación en favor de las víctimas del terrorismo para «hacer partidismo».