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Pilar Manjón, que ayer resultó elegida nueva presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, asumió su cargo prometiendo que «no nos dejaremos manipular por quienes intentan meternos bajo la bandera de sus partidos o enfrentarnos a otras asociaciones de víctimas».

Según informaron fuentes de la asociación, la candidatura encabezada por Pilar Manjón y la liderada por su único competidor, Eduardo Guibelade, se unieron finalmente en una lista única y ocuparán los trece puestos de la directiva, que ha designado a la primera como nueva presidenta.

Tras ser nombrada nueva responsable de la asociación que agrupa a las víctimas de los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, Manjón afirmó, respecto a las relaciones que mantendrá con otras agrupaciones de afectados por el terrorismo, que «vamos a ser capaces de identificarnos con ellos como víctimas más que separarnos».

En este sentido, señaló que la asociación que preside desde ayer acudirá a cualquier reunión unitaria que convoque el alto comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba.

En la alocución que Manjón dirigió tras su elección a los asistentes a la asamblea de socios de su asociación celebrada ayer les pidió «unidad para seguir luchando por la verdad, por la Justicia, por la represión de nuestras víctimas y por la paz».

Pilar Manjón, de 46 años, trabajadora del Ministerio de Defensa y afiliada al sindicato Comisiones Obreras (CCOO), es la madre de Daniel, uno de los 192 fallecidos en la masacre, y fue la portavoz designada por la asociación para comparecer el pasado 15 de diciembre ante la comisión parlamentaria de investigación de los atentados.

Tras su intervención en el Congreso de los Diputados, durante la que se mostró especialmente crítica con la labor desarrollada por los políticos y por los medios de comunicación, la asociación ha recibido solicitudes de incorporación de casi 200 nuevos socios que, sin embargo, no tenían derecho a voto en la asamblea de ayer.

La primera presidenta de la Asociación 11-M fue Clara Escribano, quien dimitió el pasado mes de noviembre debido a discrepancias internas.