TW
0

Los expertos en explosivos de la Policía aseguran que los artefactos utilizados en los atentados del 11-M son «sumamente básicos», que acceder en Internet a información sobre cómo confeccionarlos «es relativamente sencillo» y que guardan similitudes con los empleados por grupos terroristas contra Israel.

El informe añade, además, que «la posibilidad de acceder a través de Internet a páginas donde se obtenga información sobre cómo elaborar un artefacto de las características del desactivado o similar es relativamente sencilla, al ser miles las páginas en las que de algún modo se explica cómo se produce un atentado terrorista con explosivos».

Así consta en un escrito elaborado por el jefe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NBQ de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. La composición de los artefactos confeccionados por los autores de la masacre se conoce porque la Policía pudo recuperar y desactivar uno de ellos, que había sido colocado en el tren de la estación de El Pozo del Tío Raimundo y que nunca llegó a explotar.

El artefacto contaba «con todos y cada uno de los elementos necesarios para su correcto funcionamiento», por lo que «no es posible establecer unas circunstancias determinadas, suficientemente concluyentes, para determinar el motivo del fallo», señala el auto, que añade que su confección artesanal «conlleva a que existan tanto posibilidades de que funcione como de que no lo haga».

Los artefactos del 11-M estaban compuestos por una bolsa de deportes o mochila para su camuflaje y transporte, un teléfono móvil como sistema de activación temporizada, una fuente de alimentación, explosivo y detonador y, como elemento adicional, clavos con la función de ser dispersados como metralla.