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El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, recibió ayer críticas generalizadas, incluso desde las filas socialistas, por la comparación que hizo en una recepción previa a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer de que el Gobierno catalán «se siente a veces como una mujer maltratada».

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió a Maragall que no compare el debate político con una «tragedia social» como el maltrato a las mujeres. «Son términos no comparables, no se pueden establecer en términos de comparación, porque responden a situaciones diametralmente opuestas», señaló la vicepresidenta primera, quien subrayó el «drama» y la «tragedia social» que afrontan «miles de mujeres» que denuncian «maltrato, humillación y violación».

Igualmente, diversos dirigentes socialistas que intervinieron ayer en la Ejecutiva Federal coincidieron en calificar de «desafortunadas» estas declaraciones del presidente de la Generalitat. Fuentes de la dirección del partido señalaron que muchos de los miembros de la Ejecutiva han coincidido en que estas palabras fueron «muy desafortunadas» y «nada adecuadas», y que pueden «empañar» la celebración, hoy, del Día de la Mujer Trabajadora.

Más duras fueron las críticas procedentes del PP, y así, su secretario general, Àngel Acebes, consideró una «indecencia política» que Maragall compare las «merecidas» críticas a su «lamentable» gestión con los malos tratos a las mujeres. «Es una indecencia política que coloca muy claro el listón de la falta de sensibilidad del presidente de Cataluña sobre lo que entiende de la tragedia que suponen los malos tratos», dijo Acebes.