Algunos de los presuntos miembros de la célula española de Al Qaeda durante su comparecencia en el juicio.

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El acusado Luis José Galán, «Yussuf Galán», afirmó ayer que no está a favor ni en contra del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, sino «a favor de la Justicia» y añadió que los «musulmanes queremos vivir en paz y no somos terroristas. Así lo expuso Galán -el único acusado de origen español y para quien el fiscal pide 18 años de prisión- durante la primera jornada del juicio a 24 presuntos miembros de una célula española de Al Qaeda a la que se vincula con el 11-S.

El tribunal, tras adoptar estas decisiones, no admitió que los abogados planteasen cuestiones previas, aunque les permitió enunciarlas y aportarlas después por escrito. Por ello, y aunque en una providencia del tribunal se anunciaba que la declaración de los acusados iba a comenzar el próximo lunes con el interrogatorio al principal acusado en esta causa Imad Eddin Barakat Yarkas, «Abu Dahdah», Bermúdez decidió comenzar con las preguntas del fiscal a Galán. El español respondió que conoce «desde hace bastantes años» a «Abu Dahdah», quien se enfrenta a una petición del fiscal de 62.512 años, pero negó que éste le adoctrinara para hacer la yihad (guerra santa) y que desconocía si se dedicaba a reclutar muyahidines a través de una organización que primero se llamó «Alianza Islámica» y después «Soldados de Alá».

El juicio comenzó, entre grandes medidas de seguridad (más de 100 efectivos policiales) a las once de la mañana en el pabellón de la Casa de Campo habilitado por la Audiencia Nacional para albergar a los 24 acusados, a los 20 abogados y profesionales de los medios. Antes de que Galán iniciara su declaración, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, acordó dejar en libertad provisional por motivos de salud a uno de los acusados, el periodista Taysir Alony, que, al estar en arresto domiciliario deberá presentarse diariamente en comisaría. También por motivos de salud, Gómez Bermúdez dejó salir al acusado Jamal Hussein Hussein.

Negó haber mantenido reuniones con él en su casa ni con otras personas para hablar de doctrina o ver vídeos sobre la yihad, y explicó que los musulmanes «tenemos nuestras casas abiertas» para reunirnos y hablar de temas de carácter social.

Galán admitió que conoce a dos huidos en esta causa, Amer Azizi -al que también se vincula con el 11-M-, y a Parlin Parlindunga, del que dijo que se fue a Indonesia cuando perdió su residencia en España, y que fue a visitarle en 2000, aunque no supo precisar la fecha. Respecto de Azizi, el procesado negó conocer sus actividades, indicó que es un musulmán conocido porque traducía los libros de la mezquita madrileña de la M-30, y reconoció haber estado en al menos una ocasión en su casa para llevarle una medicina.