Pasqual Maragall se entrevistó ayer con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

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EFE/MADRID-RAMALA
El Gobierno ha pedido al embajador de España en Israel que aclare la ausencia de la bandera española en la ofrenda floral del presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall, a las víctimas del Holocausto, hecho que el PP ha calificado de «bajada de pantalones» del Ejecutivo ante ERC.

La polémica sobre la visita de Maragall a Israel no termina con el asunto de las banderas, ya que el hecho de que el presidente catalán fotografiase al líder de ERC con una corona de espinas también ha provocado revuelo político. Así, Rajoy criticó que Carod-Rovira «se burla de las creencias de millones y millones de españoles», así como a «quien le baila el agua y le hace una fotografía para hacerse el chistoso», en referencia a Pasqual Maragall.

Este nuevo incidente con las banderas durante la visita de Maragall a Israel se produce veinticuatro horas después de que el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira -que acompaña al presidente catalán- se ausentara de un acto de homenaje al ex primer ministro israelí Isaac Rabin por la ausencia de la 'senyera'.

El ministro de Asuntos Exteriores ha pedido al embajador Eudaldo Mirapeix que con «urgencia y rigor» aclare las razones por las que no estaba la bandera española en la corona de flores que depositó Maragall en el Museo del Holocausto, ya que, como recordó el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, «la representación exterior del Estado corresponde al Gobierno de la nación».

La retirada de la cinta con la bandera de España responde, según el presidente del PP, Mariano Rajoy, a que el Gobierno «se baja los pantalones» ante Carod-Rovira, cuya actitud durante este viaje «nos humilla a todos los españoles de bien», según otro dirigente del PP, el presidente de este partido en Andalucía, Javier Arenas.

Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, calificó este asunto de «anécdota» y de «broma desafortunada» y opinó que el líder independentista catalán está siendo objeto de «un linchamiento y ensañamiento fuera de lugar». De la misma opinión es el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien afirmó que «es una broma y hay que tomarla como tal, para no magnificarla y caer en el absurdo de pensar que cuestiones como estas determinan la política de este país».