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La expulsión de varios ciudadanos europeos de Cuba, entre ellos dos ex senadoras del PP, provocó el rechazo del Gobierno, que ha considerado «inaceptables» esas expulsiones y ha pedido explicaciones a la Embajada cubana en Madrid.

El Gobierno español convocó al embajador cubano en Madrid, Alberto Velazco, aunque finalmente fue otro miembro de la legación diplomática quien acudió a dar explicaciones, algo a lo que fuentes de Exteriores han restado trascendencia.

Ante estos hechos, el presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió al jefe del Ejecutivo que deje de «compadrear» con «dictadores bananeros», mientras que el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, hacía una interpretación contraria al responsabilizar a la derecha española de «apostar por la provocación» con este tipo de visitas de sus dirigentes a Cuba.

Las ex senadoras del PP Isabel San Baldomero y Rosa López Garnica aseguraron que fueron expulsadas de Cuba cuando se encontraban en la isla haciendo turismo y no para participar en el foro de la disidencia que se reúne en La Habana.

Otro español, el parlamentario de CiU Jordi Xuclà, quien si había viajado a Cuba para asistir al congreso del grupo opositor, permaneció retenido algunas horas pero no fue finalmente expulsado del país gracias a las gestiones de la Embajada española, según informaron fuentes de CiU.

Tras conocerse ayer las expulsiones, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, calificó las mismas de «inaceptables» y pidió a las autoridades cubanas que ayuden al objetivo de mejorar el diálogo.

Otros miembros del Gobierno han comentado también estos hechos y, así, el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, consideró el incidente «desagradable y grave», mientras que la ministra de Cultura, Carmen Calvo, indicó que expulsar a ciudadanos europeos no es lo más adecuado en el camino hacia la democratización de Cuba.