TW
0

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, solicitó ayer por carta al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que actúe por las amenazas que se lanzaron contra él durante la manifestación del sábado en Salamanca para pedir que los papeles del archivo de la guerra civil no se envíen a Catalunya, como decidió el Gobierno. Conde-Pumpido aseguró que no puede pronunciarse sobre esta cuestión y pidió la «desjudicialización de la vida política».

Carod pretende que Conde-Pumpido intervenga ante «las amenazas directas de muerte» hacia su persona en algunas de las pancartas de la manifestación, en las que se pudo leer «Rovira al paredón» o «Carod, ésta es tu caja» junto a un ataúd. ERC pretende que el fiscal general aclare si ha actuado de oficio y si la organización de la manifestación incurrió en alguna ilegalidad por no ordenar la retirada de estas pancartas, que tachó de «delictivas». Cuando haya respuesta, la formación republicana decidirá si se querella contra los organizadores.

Conde-Pumpido habló sobre esta cuestión asegurando que «cada persona es libre de ejercer las acciones oportunas» y dejó en manos de los tribunales la decisión en su momento de esta cuestión. Eso sí, se mostró convencido de que todos deben «desjudicializar la vida política», porque «el debate político debe hacerse en los parlamentos».

ERC también estudia la posibilidad de querellarse contra el periodista Federico Jiménez Losantos y la Cadena Cope por un delito de injurias y calumnias reiteradas, porque «cada día promueve la hostilidad a Catalunya». La formación contempla la posibilidad de acudir a la Justicia europea para reivindicar la defensa de la libertad de expresión y «hacer valer el derecho por encima de la barbarie».

Carod evitó atribuir algún delito al PP, pero advirtió que «no era ERC quien organizó la marcha ni sus dirigentes quienes iban en la cabecera», por lo que, dijo, deberían desmarcarse de las amenazas.