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El secretario general del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, afirmó que la búsqueda de nuevos apoyos al Gobierno «no es un 'Plan B'» por las discrepancias con ERC o ICV, ya que «los avatares del Estatut no tienen por qué afectar negativamente a la estabilidad parlamentaria» en Madrid.

«El ámbito político de Catalunya no es mecánicamente trasladable al ámbito estatal; aunque haya influencias -porque todo influye en todo, lógicamente-, los avatares del Estatut no tiene por qué afectar negativamente a la estabilidad parlamentaria», subrayó.

En una entrevista a Efe, López Garrido insistió en la necesidad de separar los ámbitos autonómicos de los apoyos al Gobierno central, negando así las declaraciones de algunos miembros del tripartito de Catalunya que alertaban sobre posibles repercusiones en las negociaciones en Madrid.

Tampoco la reunión mantenida por miembros del PSOE y del PNV antes del verano para «retomar» las relaciones entre ambos partidos pueden hacer pensar en que el Gobierno busca un cambio de socios, sino una base de apoyos más amplia que se verá facilitada -opinó- por «el desplazamiento del PP hacia la derecha, abandonando el centro».

Insistió en que esa reunión -a la que por parte del PSOE acudieron su secretario de Organización, José Blanco, y su portavoz parlamentario, Alfredo Pérez Rubalcabatuvo un orden del día de ámbito vasco.

Reconoció, no obstante, que «cuando hablamos de 'normalización' de la política vasca o de reformas estatutarias, es evidente que también tiene una influencia en el conjunto del Estado».

López Garrido negó que el PNV haya pedido a los socialistas que dialoguen con Batasuna sin que ésta haya renunciado a la violencia de ETA, «sabe perfectamente nuestra posición y no nos lo va a pedir», igual que lo saben -dijo- los socios del Ejecutivo, como ERC.

En este sentido, y preguntado sobre las declaraciones del líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, en las que aseguraba que existen contactos «en todas las direcciones» para acabar con la violencia, el dirigente socialista negó que su partido o el Gobierno se hayan sentado a hablar con ETA o con Batasuna y aseguró que Carod «no es el portavoz del PSOE ni parece tampoco que conozca muy bien nuestras intenciones».