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Pese al optimismo mostrado por Rodríguez Zapatero, las comunidades gobernadas por el PP se mostraron insatisfechas y dijeron sentirse engañadas por las prisas con las que tuvieron que estudiar el documento. Para el PP no se puede hablar de acuerdo básico. «Me parece que es decir una verdad a medias que, a veces, es decir una mentira», apuntó el presidente riojano Pedro Sanz, que señaló que serán los respectivos consejeros de Hacienda los que «con más criterio técnico» estudiarán la oferta. «Hemos tenido que terminar deprisa y corriendo con el objetivo de dar una imagen de acuerdo», añadió Sanz, que se refirió a la oferta como una imposición de «aquí tienen esto, si quieren lo cogen y, si no, lo dejan».

El punto pendiente que no se llegó a tratar en la reunión fue el establecimiento de una Cartera de Servicios mínimos común para todas las autonomías, tal y como demandaba el PP. Esa fue una de las quejas que más se oyó entre los presidentes populares, para los que la cifra ofrecida por el Gobierno sigue siendo insuficiente.

Madrid, La Rioja, Comunidad Valenciana, Murcia y Balears, todas gobernadas por el PP, mostraron su insatisfacción por las cifras ofrecidas por el Gobierno, considerando que son insuficientes para sus necesidades, a pesar de que la última valoró positivamente la partida especial para la insularidad. Más satisfecho con esta partida especial se mostró el presidente de Canarias, Adán Martín, que dando una cifra aproximada cifró en 100 millones el incremento presupuestario de su Comunidad.

Las dos comunidades forales, Euskadi y Navarra, aplicarán el acuerdo de un modo especial, a través de un descuento en su Cupo. Así, el presidente navarro, Miguel Sanz, calculó que la Comunidad pagará 20 o 30 millones menos al Gobierno central, mientras que Euskadi aplicará una minoración del Cupo del 6,24 por ciento. El lehendakari Juan José Ibarretxe consideró además que esta solución ayudará a resolver el conflicto que en torno al Cupo vasco mantienen las dos administraciones.