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El PSOE pidió ayer «confianza» en que el fin de ETA va a llegar, para lo que el Gobierno llamó a la unidad política, pero el PP aprovechó el atentado de Avila para arremeter contra el rumbo de la lucha antiterrorista y acusar a sus responsables de haber ofrecido un «balón de oxígeno» a la banda. Estos comentarios llevaron al portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a acusar al partido de Mariano Rajoy de «absoluta irresponsabilidad» al haber llegado a «criticar más al Gobierno que a ETA» desde una actitud «rencorosa y tremendista».

Recordó que el presidente Rodríguez Zapatero dijo que acabar con el terrorismo sería un proceso «largo, duro y difícil», y al respecto Rubalcaba apostilló: «los españoles tienen que tener la confianza en que ese fin se va a producir. Se va a producir». Por otro lado, acusó al PP de «subir un peldaño más» al sacar «rédito» a la política antiterrorista, «porque critica más al Gobierno que a ETA, lo que desmiente a Rajoy cuando dijo que iba a hacer una política responsable».

La furgoneta-bomba que en la noche del sábado hizo estallar ETA en un polígono industrial de Avila cargada con unos quince kilos de cloratita causando importantes daños materiales, avivó el cruce de críticas entre los partidos firmantes del Pacto Antiterrorista, que sí coincidieron en condenar y expresar su repulsa ante los métodos de la banda. El Gobierno reiteró su voluntad de seguir trabajando hasta la desaparición definitiva del terrorismo, y, ante las críticas del PP, hizo hincapié en la necesidad de la unidad de los demócratas en esa lucha, aunque sin querer contestar directamente estas acusaciones.

Dirigentes del PP como su secretario general, Angel Acebes, y el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, consideraron ayer que el último atentado es un ejemplo de que no cabe diálogo alguno con ETA y acusaron al Ejecutivo de haber dado un «balón de oxígeno» a la banda terrorista hablando de diálogo cuando sus miembros estaban «contra las cuerdas» gracias a la acción del «Estado de Derecho». Para Acebes, que se trasladó a la zona afectada, «no es la dirección correcta realizar ofertas de negociación, incumplir la ley para que Batasuna pueda estar en el Parlamento o romper el Pacto por las Libertades y contra el terrorismo».