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CiU rechazó ayer la última propuesta presentada por el tripartito para solucionar el tema de la financiación en el reforma del Estatut catalán. Mientras, el presidente catalán, Pasqual Maragall, y el de CiU, Artur Mas, se contradijeron ayer respecto de un supuesto pacto para aprobar el Estatut, ya que Mas sostiene que el miércoles ambos acordaron incorporar el modelo de financiación de CiU, algo que ha negado Maragall, quien cree que la postura de CiU «dificulta seriamente» el diálogo.

El diputado de CiU y ponente del Estatut Quico Homs ha rechazado una nueva propuesta del tripartito sobre financiación y ha expresado su «desolación» al comprobar que ERC «se ha alineado» con el PSC contra el supuesto acuerdo entre Maragall y Mas. Al término de la reunión de la ponencia parlamentaria que prepara el pleno del Estatut, Homs se negó a ver avances en el nuevo documento sobre financiación presentado por las fuerzas del tripartito, basado en la propuesta elaborada por el PSC este fin de semana, que también ha sido desestimada por CiU.

A un día de que se inicie en el Parlament el pleno que deberá votar el nuevo Estatut catalán, su aprobación aún es incierta, puesto que se mantiene el desacuerdo entre PSC y CiU sobre la cuestión de la financiación autonómica, y el clima de diálogo abierto en los últimos días entre Maragall y Mas se ha deteriorado. En este sentido, fuentes del Gobierno catalán han informado de que el presidente catalán baraja mantener contactos «a cuatro bandas» con los máximos líderes de las formaciones catalanas menos el PPC para desbloquear la situación, lo que podría derivar en una 'cumbre' previa a la votación del Estatut.

La federación nacionalista insiste en que la pasada semana el presidente de la Generalitat acordó con Mas asumir la propuesta de financiación de CiU en el nuevo Estatut, supuestamente con el beneplácito del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el convencimiento de que el texto podría sufrir modificaciones a lo largo del trámite de aprobación en Madrid. Según CiU, la última propuesta formulada por el PSC y entregada a Mas el pasado sábado representa la «ruptura» del «acuerdo» entre Mas y Maragall, ya que los planteamientos de los socialistas «en ningún caso se acercan» a las tesis de la federación.