De la Vega comprueba sobre el terreno la situación de los inmigrantes en Ceuta y Melilla.

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El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí señaló que en el asalto los subsaharianos atacaron con gran violencia los puestos de los servicios de seguridad marroquíes, por lo que estos ejercieron el derecho a la «legítima defensa» matando a seis personas e hiriendo a una treintena más. Benabdelá, que hizo hincapié en que los subsaharianos utilizaron la violencia debido a su desesperación, añadió que todas las víctimas eran hombres. En la parte española resultaron heridos, entre dos Guardias Civiles y un soldado, según reveló la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

En la madrugada de ayer se produjeron un total de tres intentos de avalanchas de más de 400 subsaharianos entre las 5.00 y las 7.00 horas. Tan sólo un inmigrante consiguió acceder a territorio español por la actuación de efectivos de las Fuerzas de Seguridad española y marroquí. Además, la Gendarmería y las Fuerzas auxiliares marroquíes detuvieron al menos a 290 subsaharianos que participaron en este intento de entrada masiva.

Un total de seis inmigrantes murieron durante el asalto a la valla de Melilla debido a la respuesta de las fuerzas del orden marroquíes. Según explicó el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno del país vecino, Nabil Benabdelá, en el asalto participaron más de 400 subsaharianos que atacaron con gran violencia los puestos de los servicios de seguridad marroquíes, por lo que estos se defendieron.

El gobernador de Nador, Abdelá Bendhiba, también explicó que la «inusual violencia» del asalto obligó a los servicios de seguridad marroquíes a responder en legítima defensa. Bendhiba señaló que aunque las autoridades marroquíes lamentan estas muertes, «seguirán en estrecha colaboración y coordinación con sus homólogos españoles, luchando sin descanso contra los que ordenan y los que organizan este tráfico de migrantes».

Cables
El Gobierno ha decidido instalar un sistema de cables trenzados de acero con el que se encontrarán los inmigrantes irregulares al intentar acceder desde Marruecos a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Este nuevo sistema precederá a las dos vallas actuales, garantiza la integridad de los asaltantes, dificulta las acciones en grupo y hace más sencillo regresar que continuar avanzando.

Una de las cualidades del nuevo vallado es que dificulta y retrasa los intentos de cruzar la frontera, lo que permitirá a la Guardia Civil tener más tiempo de reacción para detectar el lugar exacto en el que se está produciendo el asalto antes de que los inmigrantes lleguen al primer vallado.

El sistema de trenzado no tiene ninguna estructura lógica, por lo que va dificultando el avance y hace más fácil retroceder que continuar hacia el primer vallado. Además, los cables no están fijos, se deslizan y se mueven para dificultar los asaltos masivas. Tendrán una altura de entre 1 y 3 metros y una anchura de 2,5. Los cables que formarán el trenzado tendrán una anchura de entre 6 y 12 milímetros. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, comprobó ayer sobre el terreno la situación.