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Pasqual Maragall y el PSC escenificaron ayer la recuperación de la sintonía tras la crisis por la remodelación del Ejecutivo pretendida por el presidente catalán, cuya gestión de gobierno ha defendido el tripartito ante las críticas de PPC y CiU, que ha pedido elecciones anticipadas.

Mas retó a Maragall a convocar elecciones anticipadas para escapar de la crisis de «credibilidad» y «desconfianza» y defender con la «fuerza necesaria» el Estatut en Madrid, idea que el presidente catalán ha rechazado. Maragall rebatió las criticas de CiU recordando que su antecesor en el cargo, Jordi Pujol, acometió hasta 23 crisis, una por cada año de mandato.

Durante la segunda sesión del debate de Política General de Catalunya, Maragall admitió un error de formas con su partido al decidir por su cuenta la remodelación, y escenificó, junto al portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, un clima de sintonía con mutuos halagos.

Iceta dijo que «es verdad que a veces el presidente de la Generalitat nos sorprende y nos incomoda», pero «nos llena de orgullo».

La sesión comenzó con la intervención del conseller primer, Josep Bargalló, quien pidió que se mantenga la unidad del catalanismo político que hizo posible aprobar el Estatut a fin de defender el texto en Madrid.

Bargalló dijo que el gobierno «está plenamente cohesionado» y que no hay discrepancias entre sus miembros y el presidente por lo que respecta a lo fundamental, el cumplimiento del Pacto del Tinell.

Por contra, el líder de CiU, Artur Mas afirmó que el Pacto del Tinell es la «semilla» que ha conducido a la actual crisis gubernamental, ya que sus «defectos de fábrica» han acabado provocando el choque entre Maragall y el tripartito.

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, advirtió a Maragall que los consellers lo son «en función de unos pactos que se tienen que respetar dijo Carod no sin antes dejar claro que ERC pudo haber hecho posible otro Gobierno de la Generalitat.