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Marruecos «no puede mantener por mucho tiempo» el esfuerzo que está desarrollando para controlar a los inmigrantes ilegales que tratan de entrar en Ceuta y Melilla, a menos que haya una «asistencia sustancial» por parte de la UE.

En este sentido, el comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini, dijo que la UE debe dar una respuesta urgente a la «preocupante presencia» de unos 30.000 subsaharianos y unos 400 marroquíes que esperan en Marruecos y Argelia a entrar en Ceuta y Melilla.

Esta es una de las principales conclusiones del informe de la misión técnica que la Comisión Europea envío a Marruecos y a Ceuta y Melilla para evaluar la situación sobre el terreno y que se hizo público ayer.

El informe considera que tanto Marruecos como España «están realizando serios esfuerzos para controlar este fenómeno, pero hay una urgente necesidad de que la UE proporcione asistencia sustancial» y a largo plazo.

El comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, afirmó por su parte que todos los países de la Unión Europea deberían seguir el ejemplo del proceso de regularización de inmigrantes que España realizó entre febrero y mayo de este año porque es la mejor manera de acabar con el trabajo clandestino.

De otra parte, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó que con la política del Gobierno se han logrado «mejoras sustanciales» de los derechos humanos en Marruecos y recordó al diputado del PP Gustavo de Arístegui su responsabilidad en el departamento que decidió expulsar inmigrantes sedados en 1996.

De otra parte, España e Italia efectuaron ayer su primer vuelo conjunto de expulsión hacia América Latina, al repatriar a un centenar de ecuatorianos y colombianos que se encontraban en situación irregular.