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EFE-CÀDIZ
Un desfile de la Unidad de Honores de las Armadas española, francesa y británica cerró ayer el homenaje a los caídos en la Batalla de Trafalgar celebrado en Cádiz, un acto al que asistieron el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el ministro de Defensa, José Bono.

España entera vivió aquel combate de cerca, «pero Cádiz mucho más», porque desde la ciudad, los gaditanos pudieron oír el estampido de los cañones y oler la pólvora «y sus aguas frías, que sirvieron de tumba de españoles, franceses e ingleses, ayer recibieron coronas de flores para honrar a los que cayeron», dijo.

En un día en el que se cumplen doscientos años de la batalla naval que enfrentó en las aguas gaditanas a la flota británica con la hispano-francesa, se quiso rendir un homenaje no a la guerra, sino a sus combatientes, «para aprender de las lecciones de la historia», dijo en su alocución el almirante jefe del Estado Mayor de la Flota, Sebastián Zaragoza.

Así, tras el izado de banderas de las tres naciones que participaron en la contienda naval, Bono pasó revista a la formación acompañado por los embajadores de Francia, Claude Blanchemaison, y del Reino Unido, Stephen Wright, además de Zaragoza y de almirantes franceses y británicos.