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El PNV «asume» el papel que considera le corresponde en un proceso de paz en Euskadi, al entender que «ETA y el Estado no son los únicos agentes» y, en la normalización política buscará un acuerdo en una mesa entre todos los partidos que concite mayor adhesión de que la que tuvo en su día el Estatuto de Gernika. Estas son algunas de las posiciones establecidas por el PNV en un documento sobre la pacificación y la normalización política de Euskadi aprobado por el Euzkadi Buru Batzar, la Ejecutiva de este partido, y por la Asamblea Nacional de la formación nacionalista.

En el capítulo de la pacificación, el PNV entiende «necesaria» una «definición pactada entre los partidos políticos acerca del abandono de la violencia y una verificación compartida de su autenticidad». El PNV reitera que en Euskadi «existe un viejo conflicto político sin resolver, anterior a la violencia de ETA» y subraya la «necesidad de separar el final de la violencia y del conflicto político», ya que éste, asegura, «no es la causa que explica la persistencia de la violencia, sino la consecuencia de que el actual marco jurídico-político no satisface a una parte muy importante de la ciudadanía vasca».

En el documento, de 27 páginas, que fue leído ayer en la sede del PNV en Bilbao por el presidente del partido, Josu Jon Imaz, el Partido Nacionalista Vasco «se compromete a hacer un nuevo esfuerzo de entendimiento y acuerdo» con los demás partidos sobre las bases del Plan Ibarretxe. El PNV inicia el documento con la afirmación de que este partido considera que su «liderazgo político» en Euskadi le exige «tomar la iniciativa, presentando los proyectos propios y ayudando a conciliarlos con los restantes para lograr un acuerdo aceptable para todos», desde la constatación de que el País Vasco «ansía la paz y aspira a conseguir la normalización política».