El primer ministro portugués, José Sócrates, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la clausura de la XXI Cumbre Ibérica.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de «pura bazofia informativa» y «pura bazofia especulativa» que se relacione la reunión que mantuvo con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso con el futuro de las ayudas europeas a España y con la inhibición de las autoridades de Bruselas respecto de la OPA de Gas Natural a Endesa. Unas afirmaciones que no parecen suficientes para el presidente del PP, Mariano Rajoy, que exigió al presidente del Ejecutivo que comparezca en el Parlamento para explicar «qué intereses está defendiendo» tras el encuentro con Barroso.

Pero Rajoy no está satisfecho con las explicaciones sobre este asunto y pidió a Zapatero que comparezca en el Parlamento para explicar «qué intereses está defendiendo». El líder popular se preguntó qué hace el presidente del Gobierno reuniéndose en una «cena clandestina» con el presidente de la Comisión Europea para «hablar de la OPA de una empresa sobre otra» y «qué intereses está defendiendo». En su opinión, Zapatero tiene la obligación de comparecer en el Parlamento para explicar el papel del Gobierno en relación con esta operación, sobre todo, cuando se trata de un asunto entre empresas privadas ante el que el Ejecutivo debería mantener una «exquisita neutralidad».

La posibilidad de que exista una conexión entre el futuro de las ayudas europeas a España y la reunión con Barroso sobre la OPA de Gas Natural a Endesa, lanzada por el secretario general del PP, Àngel Acebes, fue calificada por Zapatero como «pura bazofia informativa, pura bazofia especulativa». El presidente del Gobierno se mostró sorprendido por la reacción ante un encuentro que enmarcó «dentro de las tareas del presidente del Gobierno». «Parece bastante elemental tener un contacto habitual, en este caso, con el presidente de la Comisión Europea», añadió.

Zapatero aseguró que le sorprende muchísimo que aquellos que están todo el día invocando a España, cuando hay una cuestión de esta naturaleza parece que no les gusta que sea el Estado español quien tenga la competencia para decidir sobre una OPA, que afecta a dos empresas españolas y que es decisiva para el futuro del sector energético español.