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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer que respaldaría un gran Pacto por la Educación sólo si éste sirviera para reforzar «y no marginar» la escuela pública y para garantizar que la Religión es una asignatura de libre elección.

Ofreció al presidente un Pacto «de verdad», pero opinó que tal y como se está tramitando la LOE «las cosas van muy mal» y recordó que la ponencia que se creó dictaminó el proyecto en dos horas, al tiempo que le acusó de aislar al PP.

Zapatero advirtió a quienes abogan por un Pacto de que si se trata de «marginar» la escuela pública o de «imponer» la asignatura de Religión «busquen a otros, a mí no».

El jefe del Ejecutivo hizo estas consideraciones en la sesión de control al Gobierno en la cámara baja, donde el líder de la oposición, Mariano Rajoy, le invitó a negociar un pacto educativo y contrastó la disposición al diálogo que expresa Zapatero con el rechazo sistemático de todas las propuestas que defiende el PP.

El presidente del PP, quien advirtió que no se puede hacer una Ley «contra millones de españoles», recordó que el presidente del Gobierno derogó la reforma educativa promovida por el PP la pasada legislatura y ofreció una nueva ley y un Pacto Educativo.

Zapatero reconoció que la educación tiene problemas y que tiene que mejorar y dijo «sí» a un Pacto Escolar si es para mejorar la educación, para reforzar la enseñanza pública y para garantizar la asignatura de Religión «sólo» para quienes la elijan voluntariamente.

En la misma sesión, la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, aseguró que se logran «más y más acuerdos cada día» respecto a la reforma del sistema educativo, y añadió que «todos los días trabajamos para alcanzar el mayor consenso».