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La Familia Real recibió ayer tarde en el Palacio de Oriente a los representantes sociales, en el único acto institucional organizado con motivo del XXX aniversario de la proclamación del Rey, que ha querido de esa manera ceder el protagonismo a los españoles.

Horas después de pronunciar esas palabras, en Santa Cruz de Tenerife, don Juan Carlos no pudo evitar unas lágrimas al escuchar la ovación de los asistentes al concierto organizado en su honor, cuando la orquesta interpretó el «cumpleaños feliz».

Los Reyes, los príncipes de Asturias, y los duques de Lugo y de Palma de Mallorca saludaron a los más de cien invitados y a sus acompañantes en el salón del Trono del Palacio Real.

La princesa de Asturias no quiso faltar a esta celebración, aunque su presencia pública es excepcional, porque seguirá atendiendo personalmente a su hija, la infanta Leonor.

En sus dos últimas intervenciones don Juan Carlos expresó su respeto, admiración y gratitud hacia el pueblo español. «Verdadero protagonista de la transformación y modernización» de España en los últimos 30 años, dijo el Rey.

En el Palacio Real ayer tarde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inició la línea de saludos, seguido de su esposa, Sonsoles Espinosa, y miembros del Ejecutivo.

Asistieron también los presidentes del Congreso y del Senado, así como los portavoces parlamentarios, salvo los de IU, ERC, y Grupo Mixto. Los presidentes autonómicos, con las excepciones del lehendakari Ibarretxe, de Rodríguez Ibarra, y de Adán Martín (Canarias).