El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, convocó ayer al
nuncio del Vaticano, Manuel Monteiro de Castro, para instarle a que
«se tomen las medidas oportunas» para evitar que se repitan «hechos
deplorables» como la «broma» de la cadena COPE al presidente electo
de Bolivia, Evo Morales.
En una reunión celebrada ayer, Moratinos instó a Monteiro de Castro
a que «se tomen las medidas oportunas para que hechos deplorables
de esta naturaleza no se vuelvan a producir, por el daño que causan
a los intereses políticos y económicos de España y a su imagen en
el exterior, y por su repercusión negativa con países amigos»,
según informó el ministerio. Durante la entrevista -sobre la que la
Nunciatura rechazó pronunciarse-, el ministro transmitió además el
«rotundo rechazo del Gobierno español» al programa emitido por la
COPE.
Paralelamente, el embajador español en La Paz, Francisco
Montalbán, transmitió al canciller boliviano, Armando Loaiza, las
disculpas del Gobierno español por el incidente, en una reunión en
la que el ministro le entregó una queja formal por la llamada
efectuada a Morales por un imitador que se hizo pasar por el jefe
del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
El portavoz de la Conferencia Episcopal -propietaria de la
COPE-, Juan Antonio Martínez Camino, consideró en una conversación
con el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, que
la «broma» a Evo Morales es «inaceptable» y, en su opinión, la
cadena de emisoras debería pedir disculpas, según informó el
Ejecutivo.
Fuentes de la Conferencia Episcopal consultadas sobre esa
conversación se limitaron a señalar que era «privada».
La embajada boliviana en Madrid afirmó que está «totalmente
satisfecha» con las gestiones del Gobierno español ante este
incidente y exige a la cadena COPE una disculpa a la altura de la
gravedad de la «ofensa», porque, según subrayó, sólo ha respondido
con un comunicado carente de la «hidalguía» necesaria.
Un día más tarde de que la COPE emitiera la grabación de la
llamada telefónica efectuada a Evo Morales, Moratinos convocó al
nuncio para trasladarle la protesta del Gobierno boliviano por esta
«broma».
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