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El líder del PP, Mariano Rajoy, acusó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «triturar» la Constitución y «amparar la ilegalidad» con «regalos a los terroristas» para lograr que ETA «le venda una tregua como sea», y así los españoles «lo disculpen por no defender la ley». El jefe del Ejecutivo se negó a responder «al insulto desde el insulto» y calificó con ironía a Rajoy de «listo y valiente».

Desde Valencia, donde Zapatero pronunció el discurso de clausura de una conferencia política de los socialistas, el presidente del Gobierno rechazó responder «con insulto al insulto» ni con «descalificaciones a las descalificaciones» y abogó por desarrollar una «política del respeto». «A los políticos y partidos a los que les va mal, son los que insultan más y los partidos y políticos que les va las cosas razonablemente, no tienen que recurrir a esas cosas sino a hablar de ideas, proyectos y acciones», manifestó Zapatero. En este sentido, añadió que ya es conocido lo que el presidente del PP piensa de él aunque personalmente, y sin ser un «exceso de talante», él cree que Rajoy «es listo y valiente».

En su intervención en la clausura del XIII Congreso del PPdeG en Santiago, Rajoy se preguntó si a Zapatero «le preocupa lo que diga ETA» y añadió que, «visto lo visto, parece que sí», ya que, según él, el dirigente estatal «zalamea» para tratar de conseguir una tregua con quienes «arrinconan a las víctimas».

Rajoy, además, no quiere perder comba en el debate sobre el Estatut, y acusó a Zapatero de estar dispuesto a «hacer lo que sea y como sea» para que la propuesta del Parlament catalán salga adelante y para defender a «los que lo sostienen» en el Gobierno. Insistió en la idea de que Zapatero quiere que tener Estatut para evitar que «la gente diga que ha hecho el ridículo» por su falta de «criterio sobre España».

«Es valiente aunque no se presentó al debate en las elecciones y es listo aunque perdió las elecciones teniendo mayoría absoluta y considerándose el mejor», subrayó irónicamente. Por ello, mostró su satisfacción porque desde el PSOE «no vamos a responder con insulto al insulto ni con descalificaciones a las descalificaciones», sino con «la política que merecen los ciudadanos, que es la del respeto» a «quien nos representa». Según el presidente del Gobierno, «respetar a quien nos representa es respetar» una «democracia ejemplar» como la construida por los españoles tras la dictadura.