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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer la reforma fiscal impulsada por el Consejo de ministros y consideró que «es de izquierdas» promover una reforma de este tipo, porque con ella se trata más equitativamente a las rentas del trabajo. El presidente del Gobierno recordó las líneas generales de la reforma del IRPF y del Impuesto de Sociedades, y de la primera de ellas destacó que el 99,5 por ciento de los contribuyentes pagará menos impuestos a partir de 2007.

«Y lo podemos hacer, estamos en condiciones de hacerlo y vamos a hacerlo», dijo el líder del PSOE ante los objetivos planteados con la reforma.

Zapatero hizo esa defensa de la futura reforma fiscal en su intervención inicial ante el Comité Federal del PSOE, en la que destacó también que las modificaciones previstas mejorarán la capacidad de las empresas para competir y crear empleo.

Objetivos que resumió en recuperar equidad en el tratamiento fiscal para todos los contribuyentes, simplificar impuestos, rebajar la carga fiscal para las rentas salariales medias y bajas, aumentar la productividad y contribuir al crecimiento económico y creación de empleo.

Respecto al Impuesto de Sociedades, garantizó que se mantendrá íntegramente en el ámbito del Estado como medio de garantizar la unidad de mercado. Zapatero reiteró la defensa de la reforma prevista frente a la «completa desconfianza e incredulidad» que dijo que en su día expuso el PP ante la posibilidad de que se pudiera llevar a cabo.

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, aseguró por su parte que España «necesita una reforma tributaria amplia, que baje de verdad el impuesto de la renta y el impuesto de sociedades» en lugar de «retoques y simples palabras».