La Caixa obtuvo en 2005 un beneficio atribuido de 1.495 millones de
euros, un 83,1% más que en 2004, gracias a unos resultados
extraordinarios de 285 millones de euros por ventas de activos y
saneamientos y al crecimiento de un 20,1% del beneficio recurrente
(la pura actividad bancaria), que ascendió a 1.210 millones de
euros, con un alza del 19,4% del volumen de negocio.
Fornesa anunció que seguirá en el cargo hasta abril de 2007 y que
la caja continuará en 2006 la política de desinversión de su
cartera industrial para focalizarse más en el negocio bancario y
potenciar la obra social.
El presidente de la primera caja de ahorros española, Ricard
Fornesa, afirmó que estos resultados se han logrado pese al boicot
y el entorno de hostilidad que se ha producido tras el anuncio de
la OPA de su participada Gas Natural sobre Endesa.
Tras resaltar que 2005 ha sido un ejercicio brillante, pese «al
entorno de cierta hostilidad», Fornesa explicó que La Caixa alcanzó
el año pasado 9,6 millones de clientes (452.100 más) y 5.053
oficinas. A pesar del boicot desencadenado desde que se planteó la
OPA el 5 de septiembre, en Madrid se ganaron entre 70.000 y 80.000
clientes en 2005. «Ha supuesto un esfuerzo extraordinario de dar
más explicaciones a nuestros clientes, pero la motivación de
nuestro equipo ha permitido superar esta situación», dijo.
«Disponemos de una organización potente, con gente muy preparada y
motivada, que nos ha permitido salvar estos escollos», señaló,
reconociendo que también el debate sobre el Estatut generó ciertas
tensiones.
La Caixa obtuvo el año pasado 255 millones de plusvalías por la
ventas de cartera. En concreto, 225 millones por la venta del 3,1%
de Banco Itaú, 114 millones por el 32,5% de Panrico, 82 millones
por el 5,5% de Colonial y 134 millones por el resto de activos
(Endesa, Deustche Bank, Fortis, Banco Sabadell y Abertis). Además
tuvo que afrontar saneamientos extraordinarios por 270 millones de
euros, de los que 200 millones fueron dotaciones a provisiones
técnicas de operaciones de seguros y 70 millones por
prejubilaciones.
Los créditos alcanzaron 113.857 millones de euros, un 22,4% más,
con un crecimiento del 25,8% en hipotecas, que totalizaron 82.808
millones de euros. El director general de la entidad, Isidro Fainé,
destacó que la calidad de la cartera crediticia se refleja en el
reducido ratio de morosidad del 0,39% y la elevada cobertura de
activos dudosos del 379,5%.
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