Los príncipes de Asturias, en la inauguración del encuentro, que reúne a más de 300 víctimas del terror.

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OTR/PRESS-VALENCIA
El manifiesto que saldrá del III Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, que tiene lugar en Valencia, recogerá algunas de las peticiones de este colectivo y también una declaración de intenciones: «No queremos ni venganza ni revancha», sino que nadie más padezca la violencia terrorista. El príncipe Felipe fue el encargado de inaugurar ayer este cónclave, y lo hizo recordando que el terrorismo sigue siendo «una gran amenaza en todo el mundo» y garantizando a las víctimas que «no están solas». «Estamos y estaremos siempre a vuestro lado», les dijo.

Entre esas peticiones se encuentran un estatuto internacional que identifique a las víctimas, comités específicos en la ONU, en la UE y en todos los organismos internacionales «donde éstas puedan hacerse oír, tener una voz permanente y ofrecer sus criterios y propuestas para combatir el terrorismo». Además, que se armonicen las legislaciones internas en materia de indemnizaciones, políticas de prevención, represión y financiación de las actividades terroristas; la entrega inmediata de terroristas al Estado en el que haya cometido sus crímenes, o que se prive de inmunidad a los gobernantes que sean declarados autores, inductores, financiadores o cómplices de terrorismo.El Príncipe fue el encargado de inaugurar el Congreso. «El terrorismo sigue siendo en todo el mundo una gran amenaza, el delirante enemigo de los derechos, valores y principios fundamentales de todos los hombres y mujeres de bien: la vida, la libertad, la paz y la dignidad. Y lo es sin importar el motivo, excusa, ideario o bandera que lo impulse, sencillamente porque ninguna causa lo legitima», dijo el Heredero.

Las peticiones de las víctimas se basan en tres pilares: el terrorismo nunca está justificado, todas las víctimas son iguales y es el conjunto de la sociedad la destinataria última de cualquier atentado. «Las víctimas del terrorismo no queremos ni venganza ni revancha», asegura el manifiesto. «Sólo queremos que las generaciones futuras no tengan que padecer lo que, desgraciadamente, hemos padecido de manera directa o indirectamente tantas personas que un día nos convertimos en víctimas por la crueldad de unos criminales», añade.