El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, avisó ayer de que
el alto el fuego de ETA es «una pausa» y no «una renuncia a su
actividad criminal». Tras añadir que en su último comunicado los
etarras no manifiestan arrepentimiento ni piden perdón a las
víctimas, subrayó que el objetivo de la banda terrorista sigue
siendo «el derecho a la autodeterminación» y el imponer «las
condiciones de siempre».
Rajoy manifestó que su partido sigue dispuesto a colaborar con
el Gobierno socialista para derrotar al terrorismo «en el marco del
Pacto Antiterrorista». «Y el PP está dispuesto a apoyar al Gobierno
para que no pague ningún precio político, algo que no desea ninguno
de nuestros compatriotas y para que las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado sigan trabajando y cumpliendo su obligación
como es propio del Estado de Derecho», recalcó. En una declaración,
recordó que hace unos días compareció ante la prensa para adelantar
que, bajo su punto de vista, el único «comunicado importante de
verdad» que podía emitir ETA era aquel que hablase de «su
disolución y el fin de sus actividades criminales». «Es lo que
pienso desde hace ya muchos años. Eso es lo importante y no se ha
producido -continuó-.
Rajoy pidió que «el Estado de Derecho debe seguir cumpliendo sus
obligaciones, tanto las fuerzas de seguridad del Estado, como el
poder judicial como la administración penitenciaria«, en referencia
a que el Estado no debería dejar de detener a miembros de ETA tras
este alto el fuego.
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