El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska decretó
ayer prisión eludible bajo fianza de 250.000 euros para el portavoz
de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, que ingresó en prisión
hasta que deposite la cantidad exigida.
El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, dejó ayer su
petición para Otegi en fianza de 100.000 euros más que la que ya
tenía fijada desde hace casi un año porque ya no ve riesgo de fuga.
Además de la decisión sobre Otegi, el magistrado fijó ayer una
fianza de 200.000 euros para que Juan María Olano y Juan José
Petrikorena, que ingresaron en prisión los días 15 y 16,
respectivamente, por la misma imputación que Otegi -los incidentes
durante la pasada huelga general en el País Vasco- puedan ser
excarcelados si la depositan.
En el auto en el que adopta esta decisión, que fue comunicada a
Otegi pasadas las 23.00 horas, el magistrado considera a Otegi
«autor mediato o inductor» de los 108 actos violentos, incluida la
colocación de dos bombas por parte de ETA, ocurridos durante la
jornada de huelga convocada el pasado día 9 en el País Vasco y
Navarra por la muerte de dos presos etarras.
Grande-Marlaska añade que existen «sólidos indicios racionales
de criminalidad» sobre la participación de Otegi en un delito de
integración en organización terrorista, y le imputa también los
delitos de desórdenes públicos, coacciones y estragos terroristas
supuestamente cometidos durante la jornada de huelga.
Otegi, según el magistrado, «participó en la decisión» de
convocar la huelga «y asumió los resultados criminales», por lo que
su actuación «en modo alguno es inocua».
Sin embargo, el juez considera que aunque esta conducta
demuestra que el dirigente 'abertzale' -que se encontraba en
libertad bajo fianza de 400.000 euros desde mayo del año pasado- ha
incurrido en reiteración delictiva, «ésta no ha sido plural en el
transcurso del último año (...), pudiéndose paliar los riesgos con
las medidas que actualmente se acuerdan».
El magistrado impuso además al dirigente 'abertzale', caso de
que pague la fianza y salga en libertad, la obligación de
comparecer diariamente en la comisaría de la Ertzaintza más próxima
a su domicilio y le prohíbe abandonar España.
La posición de la Fiscalía, a pesar de que el juez le dio
parcialmente la razón será objeto de polémica. El fiscal general
del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aseguró horas antes de que Otegi
llegara a la Audiencia Nacional que la decisión se adoptaría en
función de lo que declarara. Y la decisión final fue en contra de
lo que el propio Grande-Marlaska anunció el pasado día 10, antes de
la primera fecha en la que debía comparecer Otegi (suspendida por
su bronquitis) y de que ETA decretara la tregua, cuando adelantó
que iba a pedir prisión para el imputado.
Arnaldo Otegi declaró ayer durante su comparecencia en la
Audiencia Nacional que «tenemos una oportunidad real de solucionar
los problemas», y se desvinculó de los actos violentos ocurridos
durante la jornada de huelga del pasado día 9 en el País Vasco y
Navarra.
Otegi se negó a responder a las preguntas que le fueron
planteadas en su comparecencia ante el juez Fernando
Grande-Marlaska y se limitó a hacer una exposición durante la que
aseguró que es un político y se refirió a la situación que se
plantea después de que la banda terrorista ETA haya anunciado un
alto el fuego permanente.
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