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AGENCIAS-PAMPLONA
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer, un día después del ataque en Barañain (Navarra) a la tienda de un concejal de UPN, que España es un país en el que «todo es respetable salvo la violencia, tenga el alcance y la manifestación que tenga, y en ningún caso y en ningún sitio».

«En esos términos, yo sigo manteniendo mi apoyo al Gobierno», afirmó Rajoy, al ser preguntado en Santo Toribio de Liébana (Cantabria) por el incendio provocado el sábado en una ferretería de Barañain (Navarra) propiedad del concejal de UPN, José Antonio Mendive.

Zapatero dejó para el final de su discurso en el mítin de ayer en el madrileño Palacio de Vistalegre las alusiones al escenario abierto tras el alto el fuego permanente de ETA, justo un día después del ataque de Barañain, que el Ejecutivo que preside calificó de 'kale borroka' (lucha callejera) en boca del titular de Interior, Pérez Rubalcaba.

Por su parte el presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo ayer que «mientras ETA no se disuelva, el Estado de Derecho no tiene por qué moverse», ya que «eso sería un enorme error y una concesión gratuita a los terroristas».

El presidente del PP consideró que actualmente existen tres datos muy negativos: las cartas de extorsión a empresarios navarros «después del alto el fuego», el «atentado de Barañain» y el hecho de que Batasuna no lo haya condenado.

A ese respecto, Barañaingo Irrintzia (BI), plataforma municipal de Barañain que no pudo concurrir a las elecciones debido a su conexión con Batasuna, hizo público ayer un comunicado de «solidaridad» con todos los vecinos afectados por el atentado incendiario, «sea cual sea la motivación política de la acción que ha provocado el incendio».

Para BI, «la gravedad de las consecuencias» del ataque y el número de personas afectadas «hace necesario que todo el pueblo de Barañain hagamos una profunda reflexión».