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El presidente del PP, Mariano Rajoy, no respalda el proceso de diálogo con ETA cuya puesta en marcha anunció, esta misma mañana, el jefe del Ejecutivo, y avisó de que no cambiará de posición si el Gobierno no enmienda sus intenciones de reunirse con Batasuna. «En estas condiciones, nosotros no podemos prestar apoyo al proceso abierto si el Gobierno no rectifica, reconsidera su posición y garantiza que no va a reunirse con el complejo Batasuna-ETA».

Dicho esto, pasó a valorar el anuncio de Zapatero sobre el comienzo de las conversaciones con ETA y adelantó que no habría «grandes novedades» sobre la posición que ya expuso el pasado 22 de marzo, cuando se decretó un 'alto el fuego permanente' a través de un comunicado de los terroristas.

Ése era el mensaje principal de la intervención con la que el líder de la oposición quiso dar réplica a la que, minutos antes, había hecho el presidente José Luis Rodríguez Zapatero para comunicar que habrá contactos con la organización etarra. Y Rajoy quiso diferenciarse del discurso de Zapatero, además de en el fondo, en las formas, por lo que renunció a comparecer en la Cámara Baja -eligió la sede central de su partido- y aceptó preguntas de los periodistas.

No obstante, las primeras palabras de Rajoy estuvieron dedicadas a explicar cuál es la base sobre la que se sostiene la postura adoptada por su formación política ante el 'alto el fuego' de ETA: Según dijo, el eje fundamental de su estrategia es no abandonar el «objetivo nacional» de terminar con ETA; «recuperar la libertad» en el País Vasco, Navarra y resto de España y «que se apliquen las leyes».

«Es uno de los objetivos nacionales, si no el más importante. Por lo tanto, el Partido Popular siempre estará presto y dispuesto a que esos objetivos se cumplan», incidió.