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Para el Gobierno francés ETA «es una cuestión española». Así lo afirmó ayer el ministro de Interior francés, Nicolas Sarkozy, después de reunirse por espacio de más de dos horas en la Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, e insistió en que, aunque se trate de un tema «que no puede dejar de interesar y concernir» a las autoridades del país galo, no piensan inmiscuirse en «el debate político español». Además, durante su comparecencia ante los medios el ministro de Interior francés evitó pronunciarse sobre el futuro de los presos etarras encarcelados en Francia y reiteró su total respeto «a lo que haga el Gobierno español para resolver el tema».

En este sentido, al ser interrogado sobre la posibilidad de que la presión de ETA y la izquierda abertzale se traslade a Francia en el caso de que la violencia de la organización terrorista cese y se lleguen a determinados acuerdos políticos, Sarkozy reiteró el respeto de Francia «a lo que haga el Gobierno español para resolver el tema».

Sarkozy comenzó su intervención pidiendo disculpas a los periodistas españoles y franceses por haberles hecho esperar en sábado y «con el tiempo que hace en Madrid» y, a continuación, se volvió a disculpar adelantando que iba a ser muy discreto ante «un tema tan importante y difícil» como el de ETA. El ministro francés hizo gala de la colaboración en la lucha antiterrorista que el Gobierno francés mantuvo tanto con los gobiernos de Aznar en el pasado como ahora con el de Zapatero, ya que ETA es «un tema de Estado» que requiere «una gran confianza» entre los dos países para ser tratado. «Es una cuestión española que no puede dejar de interesarnos y concernirnos», sentenció.