Montilla y Maragall, tras la elección ayer del primero como candidato del PSC a la Generalitat de Catalunya.

TW
0

AGENCIAS-TARRAGONA
El PSC cerró filas ayer con la elección casi unánime, con el 98'23% del Consejo Nacional, de José Montilla como candidato a la Generalitat, en un acto de relevo a Pasqual Maragall en el que éste dio paso a una «nueva generación» que quiere dar prioridad a las políticas sociales tras aprobarse el nuevo Estatut.

En un acto de proclamación abierto a simpatizantes tras el Consejo Nacional del PSC en el Palacio de Congresos de Tarragona, Montilla hizo gala de su condición de emigrante, pero al mismo tiempo procuró hacer gala de su catalanismo «por los cuatro costados».

Montilla (Iznájar, Córdoba, 1955) es el primer candidato del PSC a la Generalitat nacido fuera de Catalunya, convirtiéndose en el quinto aspirante socialista a ocupar la silla presidencial de la plaza de Sant Jaume, lo que sólo consiguió Maragall de entre todos sus predecesores.

De los 337 consejeros presentes, 331 votaron a favor de Montilla, el 98'23%, sólo uno votó en contra y cinco lo hicieron en blanco. Una elección tan unánime se interpreta como la victoria del 'aparato' del partido frente al 'personalismo' maragallista.

Maragall, que fue homenajeado por los militantes con una prolongada ovación, pidió a Montilla que sea «digno de la herencia» dejada, y proclamó que «la nueva Catalunya del nuevo Estatut debe ser dibujada por una nueva generación».

El presidente catalán recordó que ha conseguido en su mandato aprobar el Estatut, posibilitar la alternancia política en la Generalitat, y que el PSC sea el «primer partido» de Catalunya.

«Ahora, que podemos decir que hemos hecho esto, es la hora de dar un paso que es el que cuesta más, pero que si no se da tiene peores efectos para nosotros; es la hora de nuevos equipos y de nuevos líderes, con fidelidad al mismo proyecto, que me consta, para que desplieguen todas las potencialidades del nuevo marco institucional que hemos conseguido», proclamó Maragall.

Montilla, que se emocionó en dos ocasiones en un acto que servió para conocer su lado más humano, proclamó por su parte que «ahora es la hora de los catalanes, de todos los catalanes», ya sean de origen o de adopción, y dijo que primará las políticas sociales en un acto en el que dio las «gracias» a Maragall por su «generosidad».

«Ahora es el momento de los catalanes, de todos los catalanes», enfatizó Montilla, detrás del cual se apreciaba una gran foto a modo de valla de precampaña bajo el lema «Ara és l'hora dels catalans, Montilla President» (Ahora es la hora de los catalanes, Montilla Presidente).

En tono de confesión pública ante más de 1.500 personas, Montilla explicó: «Yo soy ciudadano de Catalunya, hijo de un pueblo de Andalucía. Soy catalán y quiero servir a todos los catalanes, ya sean de origen o de destino».

«Soy catalán de elección y de sentimiento», concluyó.

El presidente de CiU, Artur Mas, reaccionó inmediatamente a la proclamación de Montilla como candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, pidiéndole un debate televisado «para contrastar estilos de gobierno, propuestas, proyectos, ideas y formas de hacer». Mas mostró su esperanza de que Montilla «siga fielmente la doctrina del PSOE» y «haga honor a la propuesta de su partido a escala nacional, concretamente del señor Rodríguez Zapatero, cuando en la última campaña electoral proponía este tipo de debates a Mariano Rajoy». El líder 'convergente', quien dijo estar seguro de que su principal contrincante en la carrera electoral de los comicios catalanes «no se esconderá detrás de las cortinas y sldrá al escenario», añadió que Montilla es «catalán a todos los efectos», pero dudo de su catalanidad. «Dentro del mundo socialista es catalán cien por cien, pero catalanista es otra cosa», sentenció. Artur Mas también dijo que la opción representada desde ayer oficialmente por José Montilla «está íntimamente vinculada al socialismo español, que es muy legítimo, pero obviamente no es lo mismo que CiU».