TW
0

Julio suele ser un mes positivo para la inflación debido al efecto que las rebajas provocan especialmente en los artículos de vestido y calzado. Sin embargo, este año su impacto en el IPC ha quedado limitado por el encarecimiento en sectores como el turismo y la hostelería, y especialmente en transportes por efecto del encarecimiento del carburante.

De esta forma, el índice ha bajado seis décimas, que no han sido suficientes para hacer bajar la tasa interanual, que subió una décima, hasta alcanzar la barrera psicológica del 4 por ciento. Economía da por perdido el objetivo de que la inflación se sitúe en el 3 por ciento a final de año y alega que el petróleo ha subido un 33 por ciento desde enero.

Según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en lo que va de año, el IPC acumula una subida del 1,7%. La inflación subyacente (que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) se incrementó una décima en tasa interanual, hasta el 3,1%, con lo que la diferencia respecto al índice general continúa en nueve décimas.

Por su parte, el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) mantuvo su tasa anual en el 4%.