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Endesa considera que las condiciones relativas a la venta de activos impuestas al grupo alemán E.ON por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que preside María Teresa Costa, son «desproporcionadas», ya que no existe una amenaza real para el suministro energético, y «discriminan» a la compañía por su condición de extranjera.

En su recurso a la resolución de la CNE, que presentó ayer ante el Ministerio de Industria, Endesa argumenta que el motivo para imponer las condiciones es «exclusivamente el carácter extranjero de E.ON» y no la amenaza real y grave para el suministro que pudiera derivarse de la adquisición de la eléctrica.

Según recuerda Endesa las circunstancias de no vocación de permanencia en España, exclusión del ámbito de jurisdicción y pertenencia a un grupo empresarial internacional que destaca la CNE respecto a E.ON, se darán siempre que la empresa adquiriente sea extranjera, independientemente de si la ejecución de la operación afecta o no al suministro energético.

Además, la eléctrica llama la atención sobre el hecho de que existen empresas extranjeras que gestionan centrales nucleares y de carbón nacional que no actúan en contra de la seguridad del suministro y que, aunque existe «la posibilidad» de que lo hagan, en ningún momento se ha convertido en una amenaza real para el mismo.

Hidrocantábrico, controlada por la portuguesa EDP, participa en la nuclear de Trillo, mientras que Viesgo, filial de la italiana Enel, es propietaria de las centrales térmicas de Puertollano y Puente Nuevo.